Por último

"...haber estado complicado con el viento que siempre tiene razón,
con la tierra y el agua y con la hierba que siempre tienen razón."
(R.G.A.)

27.2.14

Poesía de Traslasierra II



José Luis Colombini





Insomnio



Sombras como flechas

que se calvan en los párpados.

El techo que gira escupe espectros

que se esconden contra los rincones.

Parpadeo y todo cambia de sitio,

cierro los ojos y ensordece el silencio,

abro los ojos y el tiempo se detiene.

Los relojes sueldan sus punteros

en una hora fija, sin sueños sin pesadillas…

Pierdo el sentido

cuando la noche empieza a padecer

y se enciende el día.

entre hormigueos del cuerpo

siento tu abrazo que me entibia por dentro

justo cuando amanece.

(de Detrás de la noche, Ediciones Agua de Luna, Córdoba, 2001)



A Miles



Sóplale el culo al mundo

desde tu trompeta.

Arráncale una lágrima

al corazón de una rubia

Muévele los pies

a los Ghettos del Bronx.

Róbale un beso

a la mesera de caderas musicales.

Y sacudí las nubes

con tu delicada serenidad,

para que el coro de ángeles

dance al ritmo de su música.





Naranjo



La humedad de tu aroma

perfuma en el calor

asfixiante de noviembre.

El lamento de Nick Cave

viste de angustia a las gotas,

que desde un cielo de tristeza,

inundan la mañana con tu ausencia.





Cerrando círculos



Pasan los días, las estaciones,

los estados de ánimo,

las ánimas, las sombras, los sonidos.

Y uno a veces deja cosas sin cerrar

y otras cerradas con los demonios

que nos torturan adentro.

Y así pasan relaciones, feriados,

noches desapacibles y la vida,

amontonándose como un trasto de ropa sucia.


(de Tatuajes despojados, Montaña Cartonera, Traslasierra, Córdoba, 2013)


23.2.14

Poesía de Traslasierra I



Gabriela Bayarri




Fantasma



Llueve al sur.

El cielo lanza llamaradas.

¿O son los gritos ásperos del mundo,

que desgarran

la noche?





Presagios



Si dices que el mar llevará estos peces

que navegan inquietos

en las profundidades;

si dices que el viento arrasará la bruma

que nubla tus ojos,

entonces,

esperaré el aguacero sobre la marea,

para despertar

en una clara mañana.





Maravilla



Me he sentado como todos los días,

o casi todos

en una oficina sin ventanas;

me siento y casi no estoy.

Tal vez, digo, mejor hubiera sido no venir.

He perdido la alegría en un pasillo,

tengo el amor amontonado y húmedo

como un trapo, aquí

donde se generan los latidos sin aliento,

y parece que todo fuera nada.

Leo los diarios,

escarbo los mundos circundantes,

y entonces, cuando estoy distraída,

alguien llega

y me devuelve la alegría,

a mí,

que todavía no sé quién soy.



(de Presagios, Editorial Brujas, Córdoba, 2008)

23.10.13

Leoncio Luque Ccota - CRÓNICAS DE NARCISO



 el monasterio I


aula de sabiduría perfecta



¿no eres tú

aquel que percibe la soledad del viento

y llora como un ángel

en cada botella

y mira paredes frías

y asoma sus ojos a través

de la memoria?



¿no eres tú

aquel

que en la puerta

del monasterio

pregunta por la edad del amigo

que se encuentra en buenos aires

finlandia

comas

pamplona

madrid

parís

pidiendo una explicación

a los que se fueron

sacudiendo el alma gastado

en un lugar perfecto

donde el tiempo se detiene

y la soledad se percibe húmeda

en los huesos?






el monasterio II

a los poetas de noble katerba

el monasterio es

el lugar perfecto

donde reside el misterio



un lugar donde

hay paredes despintadas por el tiempo

que sin recorrer algún espacio

expresan la profundidad

de la memoria



el monasterio un lugar perfecto de escenas

ya distantes en el tiempo

que hoy se extingue en mi cuerpo

como recuerdos de un duelo

que alaba la violencia del tiempo



el monasterio un lugar de vestigio

de un café humeante

que nos recuerda

que los amigos desaparecieron de pronto



el monasterio un lugar decorado con espuma de

cervezas

que van y vienen

volando como perfume

extendido en la mesa.

Leoncio Luque Ccota (Puno,1964), de su libro: "Crónicas de Narciso", Lima, 2005.

21.10.13

Johnny Barbieri - ROTOS TODOS LOS CABOS



I.14 AMO EL MUNDO




Yo también amo el mundo

pintándola en las paredes de los burdeles

amo el mundo repitiendo en las calles

esos movimientos monótonos

de ir y venir

     ir y venir

     ir

Monsieur Brakett

yo amo el mundo

intentando huir

de los que como usted van creciendo en el umbral

pegado a la pared

van creciendo en línea recta y van girando también

                                                         en línea recta

creando una caída recta

                            de pájaros que vuelan

                                                        un trayecto recto

Kierkegaard lo entendería mejor

la felicidad terrena como una trivialidad mundana

repitiéndose en medio del caos

Epicuro

Feuerbach

Banchi de las calles de Lima de 1986

Lima roja rosa rota para andar

desde el Cristo crucificado

al centro de este mundo real/ irreal

un lugar para Voltaire

para ir y venir

ser o no ser

el velo de novia en medio de la noche

el caballo negro

lo total

Descartes en medio de esta irracionalidad

                                             de andar aquel camino

después del camino que se ha emprendido

                                                                   toda la vida

Yo también amo el mundo

tirando para atrás

mis redes con sus peces de cera

nihilistas del lado mayor

Heidegger – de entre todos

hijos de hojalata

hojas de un cuaderno de apuntes

de un viaje a Berlín

antagonistas de la nada

opuestos de sí

yo amo el mundo

y el mundo me ama a mí.




II.7



Un ataúd para Rosa Vrúbel

busco un ataúd rojo para sus escupitajos

una hora del día para construirle el camino

por donde irá exhumando muertes

Rosa náutica        Rosa ascética       Rosa agnóstica

toda rosa reluciente

María Rosa Vrúbel tuvo para sí

los fantasmas que llegaban por las tardes

y se tragaban la luz de sus ojos

Cogí una rosa del jardín

y la rosa me clavó sus espinas y me cortó las venas

habitó mi alcoba

mezcló su sangre con la mía

de amarró a mi cuerpo por siglos

La rosa se hizo un puñado de lumbre

e iluminó la vida        mi vida

ésta vida que escogí para vivirla

tirada hacia las cosas que más amo

hacia la real irrealidad de siempre

allí donde estoy atado a tu piel

a tus entrañas

a tu Cracovia natal

Rosa Vrúbel tiene la edad de la media luna

el cuerpo de los quejidos que nadie soporta

tiene por sueños la podredumbre de sus pasos

que se van para no volver

de las mariposas que vuelan y se parten en dos

en DOS largos gritos

Es dos de octubre y los árboles se parten en dos dos veces

en dos las rosas

en dos los caminos por donde regreso a casa

Rosa es la noche dos veces

Rosa las constelaciones dos veces

El recuerdo de Rosa crece en este rincón donde

está pintada con sus senos pequeños

sus violines      sus murciélagos      su migraña

su cárcel      sus balas     sus tatuajes     sus traumas

y etc., etc., etc.

Johnny Barbieri (Lima, Perú, 1966) ambos poemas de su último libro: "Rotos tods los cabos (Poesía 20 años)", Lima, 2013.